En esta entrada ofreceremos una serie de sencillos consejos
para el embalaje en nuestra mudanza. Una parte a la que debemos prestar
especial atención si no queremos encontrarnos sorpresas desagradables a la
llegada a nuestro destino que nos haga guardar un mal recuerdo de la mudanza.
Una vez ya tenemos decido todo lo que nos vamos a llevar a
nuestro nuevo hogar y todo de lo que nos vamos a desprender, el siguiente paso
es conseguir las cajas. Ese aspecto lo comentamos en la última entrada. Una vez
lo tengamos decidido podemos empezar a empaquetar.
Lo primero que tenemos que hacer es decidir el orden en que
vamos a empaquetar los objetos. Personalmente prefiero ir habitación por
habitación, pensando también en la disposición de los distintos objetos en
nuestra nueva residencia. Es interesante que una vez hayamos terminado con una
caja, dibujemos en ese mismo momento una flecha para indicar la posición de la
caja para que posteriormente no sufra daños el contenido durante el transporte.
Aprovecharemos también para indicar en la caja si contiene elementos frágiles.
También podemos numerar las cajas e ir anotando en un bloc
de notas o una pequeña libreta un resumen del contenido para saber exactamente
dónde está cada cosa y así evitar el descontrol.
En cuanto al propio proceso de empaquetado y embalaje hemos
de tener en cuenta que debemos tener a mano en todo momento cinta adhesiva de
calidad (que usaremos tanto para cerrar como reforzar las jajas de mudanza) y que tenga una suficiente anchura, asó como abundante papel de relleno y de burbujas.
Podemos utilizar papel de periódico para determinados objetos pero pueden dejar
restos de tinta, por lo que no será una opción para todas las cajas.
A la hora de llenar las cajas, hay que resistirse a dejarlas
de objetos hasta los topes si el peso va a ser un problema, ya que llenarlas es
muy sencillo peor luego levantarlas y trasportarlas es otra historia. Los objetos
más pesados deberán ir en cajas con un tamaño ajustado a su peso. Si son
objetos pequeños y pesados, siempre deberán ir en cajas de pequeñas dimensiones por las
razones que hemos comentado.
Dentro de una misma caja, si vamos a guardar objetos de distinto
tamaño, los objetos pesados obviamente deberán ir en el fondo, y si una vez
empaquetados la superficie lo permite, colocar encima los ligeros, separando
con papel acolchado la capa de objetos pesados de los ligeros.
En el caso de la ropa muchas personas optan por las bolsas
de basura, siempre y cuando no se trate de tejidos delicados o ropa
especialmente valiosa.
Par la vajilla, cristalería y similares, las cajas deberán ir
especialmente preparadas en cuanto a relleno, evitando todo tipo de holguras.
En lo referente a los platos, la opción ideal es envolverlos uno a uno y
colocarlos en posición vertical.
Por último, recordar que los objetos y documentos de valor
siempre debemos llevarlos cerca, evitando dejarlos en cajas aunque estén bien
ordenados en carpetas. Es necesario tenerlos controlados en todo momento.
Espero que estos breves consejos os ayuden en futuras
mudanzas.
Hasta la próxima entrada.
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